Desde hace unos años circula por la red un texto bajo el título "Amigas Que Curan" en el que se habla de los beneficios físicos, psíquicos y emocionales que obtenemos las mujeres al confiar nuestros sentimientos de forma fluida y sincera con otras mujeres. En él se habla de los efectos calmantes de la hormona Oxitocina (fundamental en el parto y lactancia) que se produce en altas dosis como fruto de este compartir.
Siempre que llega a mi bandeja de entrada lo leo y releo y me pregunto, si la oxitocina es una hormona que nace en el hipotalamo tanto de hombres como de mujeres ¿Qué pasaría si hubiera un texto por la red que se titulara "Amigos que curan"? ¿Qué pasaría si a los hombre les fomentaramos este tipo de relaciones? ¿Qué pasaría si ensañaramos a los niños que también pueden compartir sentimientos? ¿Qué pasaría si en vez de fomentar héroes fomentaramos hombres conectados con su sentir interno?
Intuyo que al igual que ocurre con las mujeres, se hablaría de sus beneficios físicos, psíquicos y emocionales, pues al fin y al cabo somos seres humanos igualmente, que al sentirnos escuchados todo se transforma en nuestro interior, generando un crecimiento y enriquecimiento común....
¿Transformamos?
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