Tras el encuentro de Luz, en la Isla de Fuerteventura, vuelvo con la Sabiduría de la Anciana, y la Incertidumbre de la Savia ( alimento de la Flor) Joven, coincidiendo en el mismo instante y atrayendo la certeza de la sencillez.
En realidad estamos tan conectados y a la vez interdependientes, que animo desde esa sencillez a que hagamos de cada Vida una Flor, con la que hagamos un trabajo de firmeza y convicción. Tolerar en cada paso, en cada falta de entendimiento.
Con el laberinto refuerzo y amplio mi Latir, me hace Unificar y simplificar en la Esencia de la Hermosa Semilla de la Vida. Al Unirlas, se conforma una Flor, que llena de Armonía Crece sin rencores, sin apegos y en Confluencia.
La música de los tambores, los cantos desde el Alma, y los cómplices encuentros hacen del Instante la Esencia Pura de lo Vivido, el Placer de Ser y Estar, cumpliendo un propósito: Vivir.
Puedo contar desde mi intención lo que más atrajo la Felicidad durante esos días: la Luz, la Visión, la Aceptación y la toma de Poder.
Convencida aúllo Todos Somos Un@.